“EL IR CONTRA LA EVOLUCIÓN DE LAS COSAS
ES IR CONTRA TÍ MISMO”.

“El Todo está en todo
y todas las cosas están en el Todo”.

“Si te empeñas y ayudas a las cosas a evolucionar
-cada cual según su patrón-
estarás evolucionando tú mismo.”




jueves, 25 de marzo de 2010

PRINCIPIO DE VOLUNTAD

Por Eliashar


" SI PERSIGUES UN FIN TE ENCADENAS; 
PERO SI TODO LO FUERAS A HACER COMO SI FUERA UN FIN EN SÍ MISMO, 
TE LIBERAS” 

Buenos días colega; Buenos días, integrante de la humanidad. Buenos días, compañero de esclavitud. Quizá te pueda sorprender que te llame de esta manera, "compañero de esclavitud". No debe de sorprenderte en absoluto, porque tú sabes muy bien que no somos personas libres, estamos encadenados, estamos esclavizados y a menos que despertemos y nos demos cuenta, qué es lo que nos esclaviza, lo más probable, es que terminaremos nuestra vida, con pesadas cadenas, y lo que es peor, nuestros hijos serán esclavos a su vez, porque se habrán criado en el medio ambiente de padres esclavos. 

Ahora bien: 
¿Qué es lo que nos esclaviza? 
¿Qué es lo que nos esclaviza? Bueno, existen muchísimas cosas que de enumerarlas, no terminaría nunca. Pero todas las cosas que nos esclavizan, tienen su causa, tienen su raíz. Una de las causas es la violación del séptimo Principio: El Principio Máter que rige la acción humana. La violación de este Principio, mantienen esclavizado irremediablemente a cualquier individuo que no ha despertado a su vitalidad. 

Tu vida está sometida a Leyes, el sol está sometido a Leyes, las estrellas están sometidas a Leyes, todo en el Universo está sometido a Leyes de crecimiento. Nosotros no escapamos de ese conjunto, pero son Leyes de Luz, son Leyes de vida, que para la persona que lo defiende, lo comprende y lo cuida hay un solo resultado: su evolución y su liberación final. 

El Séptimo Principio reza lo siguiente: 
“SI PERSIGUES UN FIN, TE ENCADENAS, PERO SI TODO LO FUERAS A HACER COMO SI FUERA UN FIN EN SÍ MISMO, TE LIBERAS”. ”. 

Amigo: vamos a analizar, la primera parte de ese Principio. 
Toma un papel y lápiz y anota la primera parte del Principio: “Si persigues un fin, te encadenas”. Te llamé antes compañero de esclavitud por esa misma causa. Porque estás persiguiendo fines, un montón de fines. 

¿Cuáles son los fines que estás persiguiendo? 
¿Cuáles son las metas? 
¿Cuáles son los objetivos? 

¿Cuáles son los fines, detrás de los cuales estás?. Tienes que meditar y reflexionar profundamente, profundamente, y tienes que anotar, sincera e imparcialmente, todos los fines que estás persiguiendo, todos los fines que estás persiguiendo; esos fines son tus amos, no importa en este instante, si esos fines te parecen justificados o no, correctos o no, veraces o no, no importa. 

Durante 49 días, todos los días tienes que contestarte esa pregunta. 
¿Cuáles son los fines que estoy persiguiendo? 
En lo social, en lo económico, en lo familiar, en lo físico, en lo mental, en lo emocional, en lo espiritual, en lo cultural. 
¿Cuáles son los fines que estoy persiguiendo? 

Después de ese ejercicio, dónde al cabo de 49 días, puedes llegar a saber cuáles son los fines que estás persiguiendo, pasamos a la segunda parte del análisis. 

Inconscientemente, sin que yo me esté dando cuenta del hecho, ¿Cuáles son los fines que estoy persiguiendo? 
Porque hay fines conscientes, metas que nosotros mismos nos hemos trazado. Y hay fines inconscientes que han sido sembrados en nuestra esencia por nuestros padres, por el medio ambiente, por los amigos, los maestros, los profesores, fines que yacen muy profundo en nuestra esencia, y son el motor, la dinamo que nos ponen a parir día tras día, sin saber a ciencia cierta, porqué estamos haciendo tal o cual cosa. 

Todos estos fines son tus amos, no te dejan en paz. Son las ideas que están en tu mente, son los deseos que están en tus emociones, y son los que te ponen a correr y a correr y a correr y a correr y que, en el 99% de los casos, no se logran jamás. 

Bueno, es que definitivamente no se pueden lograr, porque realmente no fuiste tú a consciencia, quién los ha definido, en base a razonamientos serios, en base a meditaciones. No son tus metas, no son tus fines. Por eso, en este momento, estás esclavizado y como lo que tratamos, es de tu Liberación, podrás ver por ti mismo, cuán importante es, que hagas esas dos primeras partes del análisis. 

La Tercera Parte del análisis es la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las causas? 
¿Cuáles son los motivos reales que están detrás de todos estos fines que has anotado? 
Cada meta que viste que estás persiguiendo, cada fin que estás persiguiendo, tú tienes que hacerte esta pregunta. 
¿Porqué estoy persiguiendo esto? ¿Cuál es el motivo real que me impulsa a ir detrás de esto o de aquello? 

Verás, hay muchas razones, la mayoría de las veces fútiles, sin ningún sentido. Podemos perseguir un fin por vanidad, podemos perseguir un fin por orgullo. Podemos hacer tal o cual cosa por temor al fracaso, por temor a ser criticados, por temor a pasar hambre. Hay miles y miles de razones, por las cuales perseguimos un fin. 

Así que veamos la primera parte: “Si persigues un fin te encadenas”. Te encadenas no voy a decir a qué, el fin es tu amo, el fin es el jefe. Desde el momento que cualquier ser humano se fija conscientemente una meta, esa meta toma posesión de él. Empieza a apartar todo a su paso hasta su posible consecución. 

Porque inicialmente arrancamos el trabajo y el camino para conseguir algo que nos hemos propuesto, pero a lo largo del camino, hay muchísimos desvíos, muchos, pero muchos desvíos, que nos llevan a otras metas y al cabo de los años, es que solamente nos damos cuenta, que estamos dando vueltas, en un círculo vicioso. En un círculo vicioso. 

“Si persigues un fin te encadenas” Y en este momento, compañero de esclavitud, estás persiguiendo muchos fines y tienes que desentrañarlos, tienes que saber cuáles son. 

Los fines conscientes que -supuestamente- tú mismo, te has trazado y los fines que han sido sembrados en ti, desde tu más tierna infancia, desde tu niñez, en tu juventud, en tu adolescencia, en tu madurez, a través de los medios de comunicación, a través de tu medio ambiente. 

Luego, tienes que saber cuáles son las causas, los verdaderos motivos que hay detrás de estos fines. A menos que llegues al motivo real, a la causa real que hay detrás de este fin, no podrás liberarte de lo que ya tienes, en este momento, en tu mente. 

Verás, hay fines genéricos. Todo el mundo trabaja, busca casa, se casa, tiene hijos. ¿No te ha sorprendido nunca el hecho, siendo nosotros personas tan diferentes una del otro? Miren, Nuestro Creador común, nos ha creado con diferentes combinaciones, no hay dos personas iguales sobre la faz de la tierra. 
¿Nunca te ha llamado la atención, el hecho de que todos perseguimos los mismos fines? 

Todos queremos triunfar en el trabajo, todos queremos ser personas chéveres, todos queremos tener dinero, ... todos queremos tener, hijos genios; todos queremos que nuestros hijos sean los primeros, todos queremos casas lindas, lindos carros. SOMOS MÁQUINAS, SOMOS MÁQUINAS. Tú tienes que darte cuenta de ese hecho. Tienes que despertar a esa realidad. Tú no puedes decir "mis metas", cuando estás persiguiendo algo que lo están persiguiendo, millones y millones de personas. ¿Las metas de quiénes serán? ¿Es tu meta, aquella que persiguen millones de personas sobre la faz de la tierra?. 

No es "tu" meta, no es "tu" fin. No, no, no, amigo. Tú has sido creado único, por un Creador único, para un fin único; que ninguna otra persona que no seas tu puede realizar. 

Pero, mientras estés sumido en el letargo, en la vitalidad difusa, vegetando, creyendo que estás detrás de tu propia evolución; estás siendo manejado por ideas; porque son ideas las que nos manejan. Estás siendo manejado como una oveja cuyo pastor engorda una y otra vez, con la finalidad de esquilarla. Y cuando ya no le rinde lo suficiente, pues sencillamente la vende como carne. Esa es una realidad, es una realidad fea, pero tienes que darte cuenta de eso..."

"...Hay una sola meta real;  todas las demás son falsas, en esto, soy enfático. Esa meta reza lo siguiente:  

“Todo aquello que te lleva a una evolución hacia tu plan de vida”; eso es real. 

Esta Meta no está en ninguna parte fuera de ti, esta meta no está en ninguna parte fuera de ti. Nadie te la va a decir, porque nadie la conoce, solamente tú empezando a trabajar seriamente y poniéndote en contacto con tu propio espíritu, con la chispa creadora, que Nuestro Padre común ha sembrado en ti, cuando llegues ahí,  es que podrás saber cuál es tu función en esta vida..."


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