“EL IR CONTRA LA EVOLUCIÓN DE LAS COSAS
ES IR CONTRA TÍ MISMO”.

“El Todo está en todo
y todas las cosas están en el Todo”.

“Si te empeñas y ayudas a las cosas a evolucionar
-cada cual según su patrón-
estarás evolucionando tú mismo.”




domingo, 16 de agosto de 2009

LA MEDITACIÓN CIENTÍFICAMENTE EXPLICADA. Por Walter y Lao Russell

LEY UNIVERSAL, CIENCIA NATURAL Y FILOSOFÍA VIVIENTE
Por Walter y Lao Russell

DOCUMENTO NUMERO UNO
LA MEDITACIÓN CIENTÍFICAMENTE EXPLICADA

La meditación es la más importante de todas las funciones de la vida humana que avanza el progreso humano. Tan poco se sabe de ella, aun por los más grandes genios del mundo, que constantemente la practican concientemente -- pero no la pueden explicar – que ahora parece necesario definir y explicar esa divina función. Con suficiente explicación, cualquiera puede practicar la meditación con conocimiento y así a sabiendas, comandar sus logros para que sean magistrales.
Él puede, asimismo, comandar que su cuerpo sea perfecto, o que su vida se llena de abundancia, pues a través de la meditación cada hombre puede convertirse en lo que él desee convertirse.
La meditación es entrar en comunión con Dios, con el propósito de trabajar conscientemente con Dios.
La meditación significa pensar internamente hacia la Mente-Alma, en vez de externamente a través de los sentidos.
Recordarás que Jesús dijo al hombre que buscara el “reino de los cielos” dentro de sí mismo y no afuera de él mismo. Con eso Él quiso decir que Dios mora dentro del hombre, y que la consciencia de Dios vendrá a cualquier hombre que entre en comunión con Dios a través del pensamiento interno.
Hay sólo dos clases de pensadores en el mundo, aquellos que piensan externamente a través del cerebro y aquellos que piensan internamente hacia el alma.
El pensamiento externo desarrolla las cualidades físicas y los deseos del hombre, mientras que el pensamiento interno desenvuelve las cualidades espirituales que esperan desenvolvimiento durante las largas eras del lento viaje del hombre hacia la Luz de su propia divinidad.

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